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  • "¿Se deben los cambios en mis ojos a que estoy envejeciendo?"

    Escrito por Anna Schmitt
    Published Dec. 17, 2016

    Aproximadamente a los 40 años, muchos comienzan a notar cambios en su visión que van aumentando a medida que se van haciendo mayores. Para ayudarles a entender qué cambios pueden esperar en su visión a medida que pasan los años y a saber si deben o no buscar tratamiento para signos de una enfermedad o una afección que pudiera ocasionar una pérdida de visión irreversible, las siguientes son algunas explicaciones de cambios visuales comunes que los adultos pueden experimentar cuando van avanzando en edad.

    Leer un menú o coser es algo que se va haciendo cada vez más difícil

    A medida que el ojo envejece, el cristalino comienza a perder flexibilidad, lo que hace más difícil la lectura de cerca o realizar cualquier "trabajo de cerca". Esto es lo que se conoce como presbicia, que viene de un término griego que significa "envejecimiento del ojo". Prácticamente todos los adultos experimentan presbicia a partir de los 40 años. El tratamiento más común consiste simplemente en utilizar anteojos para leer.

    Repentinamente hay ardor en los ojos y exceso de lágrimas

    Aunque podrían parecer síntomas opuestos, estos pueden ser signo de ojo seco. El ojo seco es muy común, especialmente en las mujeres que al envejecer sufren cambios hormonales que pueden alterar la calidad de las lágrimas que produce el ojo. Para la mayoría, el tratamiento del ojo seco consiste simplemente en utilizar gotas oftálmicas que se venden sin fórmula médica. Si esto no ofrece alivio, un oftalmólogo – un doctor especializado en diagnosticar tratamiento médico y quirúrgico para enfermedades y afecciones oculares – puede prescribir medicamentos o sugerir opciones quirúrgicas.

    Ver nubes que flotan frente a los ojos u, ocasionalmente, destellos de luz

    Estas nubes son en realidad pequeños grupos de células que flotan en el gel vítreo, un líquido gelatinoso, transparente que se encuentra dentro del ojo y se conocen también como "floaters". Los destellos de luz son producidos por la tracción del gel vítreo sobre la retina, el tejido sensible a la luz que recubre la parte posterior del ojo, al moverse. Estos grupos de células o floaters y estos destellos se van haciendo más comunes con la edad, pero su incremento súbito podría ser un signo de desgarro de la retina y debe consultarse de inmediato a un oftalmólogo porque el tratamiento suele ser de cirugía.

    Los colores se opacan y las luces parecen tener halos

    Estos pueden ser signos de cataratas, un nublamiento del cristalino que casi todos desarrollamos con la edad. El tratamiento para las cataratas suele ser cirugía, una de las cirugías electivas más comunes practicadas en los Estados Unidos, que ha demostrado mejorar de forma significativa tanto la visión como la calidad de vida.

    La visión central parece borrosa, lo que hace difícil reconocer rostros

    Este es un síntoma común de la degeneración macular relacionada con la edad (DMRE). Debido a que, por lo general, los síntomas no son notorios sino hasta cuando ya se ha producido la pérdida de visión, son esenciales los exámenes oculares de rutina para ayudar a diagnosticar la DMRE en forma temprana y así prevenir la pérdida de visión. La DMRE tiene dos formas – húmeda y seca. El tratamiento para la DMRE húmeda suele incluir inyecciones de anti-VEGF – un tipo de medicamento que bloquea el desarrollo de vasos sanguíneos anormales por debajo de la retina que causa la DMRE húmeda. En la actualidad, no hay tratamiento comprobado para la DMRE seca, pero los investigadores han demostrado que algunos suplementos dietéticos pueden ayudar a desacelerar su progresión.

    Problemas para ver las intersecciones al conducir

    El deterioro de la visión periférica puede ser un signo de glaucoma, una de las principales causas de ceguera irreversible. La pérdida de visión es tan gradual que las personas afectadas suelen no darse cuenta hasta que ya se ha producido un compromiso de la visión. Afortunadamente, se ha podido prevenir casi por completo la pérdida de visión por glaucoma, mediante la detección y la intervención médica tempranas, con énfasis en la importancia de consultar regularmente al oftalmólogo, sobre todo si alguien tiene ciertos factores de riesgo como antepasados africanos o hispanos o tener jaquecas, diabetes o baja presión arterial. El tratamiento más común para el glaucoma son las gotas oftálmicas medicadas.