El primer estudio poblacional grande que investigó riesgos a largo plazo, respalda la necesidad de un seguimiento de niños y adultos nacidos antes de los ocho meses de gestación.
Las personas nacidas prematuramente tienen un mayor aumento en el riesgo de desarrollar una serie de complicaciones oculares a lo largo de su vida, pero solo hasta ahora el riesgo está siendo medido. Una nueva investigación Sueca muestra que los individuos que nacen extremadamente prematuros pueden enfrentar un riesgo mayor de hasta 19 veces de tener un desprendimiento de retina, que quienes no nacen prematuramente.
La retinopatía del prematuro (ROP por sus siglas en inglés) es una enfermedad ocular que ocurre en un pequeño porcentaje de bebés prematuros, durante la cual vasos sanguíneos anormales crecen en la retina (la capa de células sensible a la luz que recubre la parte posterior del ojo y nos ayuda a ver). En ciertos casos, los vasos sanguíneos anormales pueden encogerse y desaparecer sin tratamiento. En otros casos, los vasos pueden continuar desarrollándose y causar graves problemas oculares y de la visión, como la miopía, la ambliopía, el estrabismo, el glaucoma y un desprendimiento de retina.
La parte central del ojo está llena de un gel claro llamado humor vítreo, adherido a la retina. Un desprendimiento de retina puede ocurrir cuando el fluido vítreo en el ojo tira con suficiente fuerza y rompe la retina en uno o más lugares. El líquido puede pasar a través de un desgarre retiniano, levantando la retina de la parte posterior del ojo, de la misma forma como un papel de pared decorativo se desprende de una pared. Un desprendimiento de retina ocurre cuando la retina es separada de la parte posterior del ojo de esta manera. La retina no funciona cuando está desprendida y la visión se vuelve borrosa. Un desprendimiento de retina es un problema muy grave que casi siempre causa ceguera a menos que sea tratado con cirugía.
El riesgo de desprendimiento de retina en personas nacidas prematuramente fue estudiado por investigadores que examinaron los registros de población en todo el país para encontrar sujetos nacidos prematuramente (menos de 8,6 meses) entre 1973 y 2008. Los sujetos fueron divididos en dos grupos: los nacidos entre 1973 y 1986, año en que se estableció un programa nacional de seguimiento a la ROP. El otro grupo incluyó a los nacidos entre 1987 y 2008, y habían recibido una evaluación de ROP.
Los investigadores encontraron que en las personas que nacieron extremadamente prematuras (aproximadamente 6,5 meses), el riesgo de desprendimiento de retina era 19 veces mayor para los nacidos antes de 1987, y nueve veces mayor para los nacidos después de 1987. Los sujetos nacidos muy prematuramente (6,5 a 7,2 meses) tenían un riesgo cuatro veces mayor de desprendimiento de retina antes del programa de seguimiento de ROP, y un riesgo tres veces mayor una vez que el programa se puso en marcha.
Actualmente, la Academia Americana de Pediatría, la Academia Americana de Oftalmología y otras organizaciones recomiendan el seguimiento de retinopatía del prematuro en los recién nacidos con menos de 30 semanas de gestación o con un peso al nacer menor de 1,500 gramos (o aquellos con un peso de nacimiento menor de 2,000 gramos con un curso clínico inestable). Con base en los resultados de esta investigación, los individuos que han recibido tratamiento para ROP recién nacidos, deben continuar el seguimiento con un oftalmólogo una vez al año.