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  • Los trastornos de la alimentación pueden aumentar el riesgo de retinopatía diabética

    Escrito por Reena Mukamal
    Revisado por G Atma Vemulakonda, MD
    Published Sep. 20, 2022

    Hacerse exámenes de la visión regulares e informar a su médico sobre los trastornos de la alimentación puede ayudar a salvar su visión.

    Un nuevo estudio encuentra que las personas con diabetes, que también tienen anorexia o bulimia, tienen tres veces más probabilidades que otras, de desarrollar una afección ocular llamada retinopatía diabética.

    La retinopatía diabética se desarrolla cuando los niveles altos de azúcar en la sangre dañan los vasos sanguíneos de la retina, que es la capa de tejido sensible a la luz en la parte posterior del ojo. Estos vasos sanguíneos pueden hincharse, filtrarse o cerrarse, bloqueando el flujo sanguíneo. A veces, crecen vasos sanguíneos anormales en la retina. Cualquiera de estos cambios puede causar pérdida de la visión y, finalmente, conducir a la ceguera.

    Los hallazgos resaltan la importancia de las visitas regulares al oftalmólogo para pacientes con diabetes y antecedentes de trastornos de la alimentación. Las personas con estas condiciones pueden necesitar exámenes de la visión más frecuentemente.

    Cómo la anorexia, la bulimia y la diabetes dañan los ojos 

    Según el Instituto Nacional de Salud, los trastornos de la alimentación pueden afectar a 1 de cada 5 personas con diabetes. Un nuevo estudio revela cómo las condiciones combinadas pueden afectar los ojos.

    Los investigadores examinaron la información de 1100 personas con diabetes. El estudio incluyó a pacientes con anorexia, una afección en la que las personas intentan mantener su peso lo más bajo posible al reducir la ingesta de alimentos. También incluyó a personas con bulimia, que intentan eliminar la comida del cuerpo. Los pacientes con uno o ambos trastornos de la alimentación, tenían el triple de riesgo de desarrollar retinopatía diabética que los pacientes diabéticos sin este tipo de trastornos.

    No está claro cómo los trastornos de la alimentación podrían contribuir a la retinopatía diabética. Es posible que los trastornos de la alimentación dificulten el control de los niveles de azúcar en la sangre debido a la ingesta de alimentos de forma inconsistente. También es posible que algunos pacientes diabéticos con trastornos de la alimentación eviten deliberadamente tomar insulina como una forma de controlar su peso.

    Las personas con diabetes y trastornos de la alimentación necesitan exámenes oculares frecuentes 

    La Asociación Nacional de Trastornos de la Alimentación dijo que vio un aumento del 107% en las llamadas a su línea de ayuda durante la pandemia de COVID-19, y los CDC informaron que las visitas a la sala de emergencias relacionadas con los trastornos de la alimentación entre las adolescentes, casi se duplicaron durante este período de tiempo.

    Según la Dra. G. Atma Vemulakonda, oftalmóloga y miembro de la Academia, es importante que los oftalmólogos pregunten sobre los hábitos alimenticios, especialmente en pacientes más jóvenes con diabetes. Eso se suma a la vigilancia estrecha de los factores del estilo de vida, como el tabaquismo, y los problemas de salud, como la presión arterial alta y el colesterol.

    "Es posible que los pacientes que tienen antecedentes de anorexia y bulimia deban hacerse exámenes con más frecuencia. Ahora es especialmente importante una mayor conciencia, cuando los trastornos de la alimentación, nuevos y recurrentes, están aumentando tanto en mujeres como en hombres jóvenes", sostiene la Dra. Vemulakonda.

    Esté atento a los síntomas de la retinopatía diabética 

    Si usted o un miembro de su familia tiene diabetes, consulte a un oftalmólogo anualmente para exámenes de dilatación de pupila. La retinopatía diabética se puede descubrir incluso antes de que note algún problema de visión. En etapas posteriores de la enfermedad, los síntomas de la retinopatía diabética pueden incluir:

    • Ver puntos o hilos oscuros flotando en su visión
    • Visión borrosa
    • Visión que fluctúa de borrosa a clara
    • Ver áreas oscuras o vacías en su visión
    • Dificultad para ver de noche
    • Notar que los colores parecen apagados o descoloridos