Probablemente esté muy familiarizado con el ojo rojo o la conjuntivitis. Con frecuencia, las formas de conjuntivitis que se transmiten fácilmente a otras personas — bacterianas y virales — circulan entre los niños en las escuelas y guarderías, y entre los adultos en el lugar de trabajo. Cuando alguien tiene conjuntivitis, es difícil ocultar los síntomas reveladores: ojos rojos, irritados y llorosos, tal vez con pestañas con costras y secreción ocular o pus. Sin embargo, existen otras afecciones oculares — algunas inofensivas y otras más graves — que pueden hacer que sus ojos se pongan igualmente rojos, con picazón, llorosos o con dolor. Su oftalmólogo puede determinar qué está causando estos síntomas molestos y potencialmente peligrosos para la visión.
Afecciones oculares comunes parecidas a la conjuntivitis
Hay muchas condiciones, además de la conjuntivitis, que causan ojos rojos, irritados y llorosos. Estos son algunos de los causantes más comunes, y generalmente menos graves, de estos síntomas.
Ojo seco
Uno de los problemas oculares más comunes, el ojo seco, puede hacer que sus ojos se pongan rojos, irritados y llorosos. Esta molesta condición se desarrolla cuando sus ojos no producen suficientes lágrimas o la calidad adecuada de éstas. Las lágrimas mantienen sus ojos sanos y cómodos. Cualquiera puede tener ojo seco, aunque es más común entre las mujeres, especialmente después de la menopausia.
Alergias
Otra causa muy común de ojos rojos y con picazón son las alergias. Sus ojos pueden verse afectados por algo en el aire (alergias ambientales) o por una reacción a un medicamento. El resultado: ojos muy rojos, irritados y llorosos.
Blefaritis
¿La blefaritis afecta la piel alrededor de las pestañas, lo que provoca ojos rojos, irritados y con dolor. Las partículas diminutas que parecen caspa, también pueden adherirse a la base de las pestañas. Las bacterias, los problemas de las glándulas sebáceas de los párpados o incluso los ácaros diminutos, pueden causar esta incómoda condición.
Uso de lentes de contacto
Si utiliza lentes de contacto, es posible que sus ojos se pongan rojos, irritados y llorosos. Esto puede suceder si utiliza lentes de contacto durante demasiado tiempo, lo que causa esa irritación.
En algunos casos, se pudo haber desarrollado una infección por el uso de lentes de contacto, lo que provocó ojos rojos y dolorosos que, aún después de haberlos retirado, no mostraban ninguna mejoría. Si esto sucede, consulte a su oftalmólogo de inmediato.
Hemorragia subconjuntival
¿Alguna vez se ha mirado en el espejo y ha descubierto una mancha de sangre en la parte blanca de su ojo? Ese ojo rojo brillante puede sorprenderlo, pero, por lo general, es una hemorragia subconjuntival inofensiva. Esto sucede cuando pequeños vasos sanguíneos en la parte blanca del ojo — la conjuntiva — se abren y sangran. Esto generalmente es indoloro y desaparece en unos pocos días.
Orzuelo
Cuando aparece un pequeño bulto doloroso en la base del párpado o en su interior, suele tratarse de un orzuelo (a veces llamado hordeolo). Es una condición muy común, los orzuelos hacen que su párpado se enrojezca y duela, y sus ojos se sientan ásperos e irritados. La mayoría de los orzuelos son causados por una infección bacteriana.
Pinguecula and pterygium
La pinguécula y el pterigio pueden crecer en la cubierta transparente de la parte blanca del ojo. La pinguécula, un tejido amarillento, generalmente crece en el lado del ojo cerca de la nariz, pero también puede desarrollarse en el lado contrario.
El tejido carnoso de un pterigio (con pequeños vasos sanguíneos) puede originarse como una pinguécula, puede comenzar pequeño y crecer lo suficiente como para cubrir parte de la córnea. Al igual que con la conjuntivitis, sus ojos pueden estar rojos y sentir picazón o ardor.
Cuando los ojos rojos indican problemas oculares graves
Muchas condiciones que se parecen a la conjuntivitis son inofensivas, sin embargo, existen otros problemas oculares más serios, que también se asemejan a la conjuntivitis. Si tiene síntomas de estas condiciones, es importante que consulte a su oftalmólogo. Estos son algunos de esos problemas oculares:
Uveítis (iritis)
La uveítis ocurre cuando la capa intermedia del globo ocular — llamada úvea — se inflama (enrojece e hincha). El tipo más común de uveítis, llamada iritis, ocurre cuando el iris (la parte coloreada del ojo) se inflama. La uveítis puede afectar la parte frontal, media o posterior del ojo. Los síntomas incluyen tener ojos rojos (con o sin dolor), tener sensibilidad a la luz, tener visión borrosa y ver miodesopsias oscuras en su campo de visión. Los síntomas pueden aparecer y desaparecer, o pueden permanecer y empeorar gradualmente. Si no se trata, la uveítis puede dañar el tejido ocular y provocar la pérdida permanente de la visión.
Queratitis
Si desarrolla una llaga abierta en la córnea, ésta se llama queratitis (también conocida como úlcera corneal). Esta condición dolorosa hace que su ojo se ponga rojo, le duela y esté lloroso. Su ojo también puede tener pus u otra secreción similar a la conjuntivitis, y puede tener la sensación de que tiene algo en el ojo. Con frecuencia, una infección causa queratitis, pero, otros problemas oculares como el ojo seco, también pueden provocar esta afección. Es muy importante tratar esta infección ocular lo antes posible, ya que puede provocar graves problemas de visión o ceguera. Esto es aún más urgente, si utiliza lentes de contacto.
Glaucoma de ángulo cerrado
El glaucoma, una enfermedad de los ojos que daña el nervio óptico, suele llamarse el "ladrón silencioso de la visión". Esto se debe a que las personas generalmente no notan ningún síntoma en las primeras etapas del glaucoma. Sin embargo, un tipo de glaucoma llamado glaucoma de ángulo cerrado, puede dar lugar a síntomas que indican problemas oculares graves, incluyendo una posible pérdida de visión.
El glaucoma de ángulo cerrado ocurre cuando el iris de una persona está muy cerca de la parte del ojo que drena líquido. El iris puede terminar bloqueando este pequeño drenaje. Muchas personas desarrollan glaucoma de ángulo cerrado lentamente, sin presentar síntomas al principio. Sólo se darán cuenta del problema cuando noten que pierden visión, o cuando sufran lo que se denomina un ataque agudo. Este ataque ocurre cuando el iris bloquea por completo el "drenaje" y la presión ocular aumenta muy rápidamente.
El ojo rojo, el dolor intenso y la visión borrosa, son características de un ataque de glaucoma de ángulo cerrado, pero pueden confundirse con la conjuntivitis en las primeras etapas. Las personas que sufren un ataque de glaucoma de ángulo cerrado generalmente también se sienten mal del estómago, ven arcoíris o halos en su visión y tienen un dolor de cabeza muy fuerte. Este ataque es una emergencia grave. Debe llamar a su oftalmólogo de inmediato o podría quedarse ciego.
Dacriocistitis
Nuestros ojos producen las lágrimas en una glándula llamada glándula lagrimal. Desde esta glándula, las lágrimas drenan a través de un conducto hacia la cavidad nasal. En algunos casos, este conducto se bloquea. Cuando esto sucede, las lágrimas comienzan a retroceder, lo que provoca la inflamación del conducto lagrimal. Es posible que note esta hinchazón dolorosa cerca de la esquina interior del ojo. Eventualmente puede desarrollarse una infección. Esto se llama dacriocistitis.
Similar a la conjuntivitis, la dacriocistitis puede afectar a bebés, niños y adultos. Al igual que la conjuntivitis, los síntomas incluyen ojos rojos e hinchados, lagrimeo y secreción del ojo, e incluso dolor dentro y alrededor del ojo. También se puede desarrollar fiebre. Es importante consultar con su oftalmólogo si tiene estos síntomas. La infección debe tratarse de inmediato para evitar la pérdida de la visión.