El ojo rosa (también conocido como conjuntivitis) es una afección ocular inflamatoria común que puede ocurrir a cualquier edad. Aunque los bebés pueden desarrollar ojos llorosos y pegajosos por varias razones, la conjuntivitis no es muy común – solo alrededor del 2% de los bebés desarrollan conjuntivitis durante su primer mes de vida.
Con frecuencia, cuando se produce la conjuntivitis, se debe a infecciones adquiridas durante el parto. En los bebés mayores, la conjuntivitis, normalmente es causada por virus o bacterias del resfriado que viven en la piel o irritantes en los ojos. La mayoría de los casos de conjuntivitis en bebés son autolimitados o fáciles de tratar, pero en raras ocasiones la infección puede propagarse y poner en peligro la vida.
Esto es lo que necesita saber sobre la conjuntivitis en los bebés y cuándo debe buscar atención médica.
¿Qué causa la secreción ocular en los bebés?
Es importante saber que la secreción no siempre se considera conjuntivitis. Los ojos llorosos o pegajosos en los bebés también pueden ser consecuencia de:
- Irritantes químicos, generalmente medicamentos profilácticos administrados poco después del nacimiento, incluyendo gotas de eritromicina y gentamicina.
- Conducto lagrimal obstruido, que, con frecuencia, desaparece por sí solo a los 12 meses de edad, pero si persiste, puede requerir cirugía.
- Epiblefaron, cuando el párpado inferior y las pestañas se enrollan hacia adentro e irritan el ojo.
- Trauma ocular como una abrasión en la córnea después del parto, el bebé se rasca o se lesiona con un hermano, un juguete u otro objeto.
- Glaucoma congénito, una rara afección ocular que, con frecuencia, se acompaña de una córnea nublada o agrandada.
Su pediatra debería poder identificar estas causas alternativas de secreciones oculares y remitirlo a un oftalmólogo pediátrico, si es necesario.
Causas de la conjuntivitis en los bebés
Hay tres causas comunes de la conjuntivitis: infecciones virales, infecciones bacterianas o exposición a algo que empeore el ojo, como el humo o una crema.
Conjuntivitis bacteriana en bebés
Las bacterias suelen ser el origen de la conjuntivitis en las primeras 48 horas de vida. La conjuntivitis, causada por bacterias, generalmente crea una secreción espesa y de gran volumen en el ojo. El estafilococo — una bacteria común de la piel — suele ser la causa. La gonorrea es otra posible fuente de infección, aunque es poco común en los Estados Unidos, porque los bebés se tratan con antibióticos preventivos en la sala de recién nacidos. Ocasionalmente, estos medicamentos pueden causar una leve irritación y conjuntivitis durante un par de días.
La clamidia, una infección de transmisión sexual, puede transmitirse de madres a bebés durante el parto y es la causa más común de conjuntivitis en bebés menores de 20 días.
Conjuntivitis viral en bebés
El virus del herpes simplex, adquirido a través del canal de parto o del herpes labial, también puede causar conjuntivitis. Esto, con frecuencia, comienza en ambos ojos, luego puede desaparecer y regresar en un solo ojo, a veces con ampollas en la piel alrededor del ojo. Las infecciones por herpes en los bebés pueden volverse muy graves, e incluso pueden requerir hospitalización.
En la mayoría de los casos, los mismos tipos de virus que causan resfriados en niños pequeños también causan conjuntivitis viral. Un virus produce una secreción ocular más acuosa en comparación con la conjuntivitis bacteriana.
Conjuntivitis alérgica en bebés
Los niños y los adultos pueden desarrollar conjuntivitis alérgica, que es una reacción al polen, a los animales o a cualquier otro elemento en el medio ambiente. Sin embargo, este tipo de conjuntivitis es poco frecuente en bebés menores de 12 meses.
¿Su bebé tiene conjuntivitis? Esté atento a estos síntomas
La conjuntivitis es una inflamación de la conjuntiva, la membrana transparente que cubre la parte blanca del ojo y el interior de los párpados. La conjuntivitis puede afectar uno o ambos ojos y, con frecuencia, se transmite fácilmente de persona a persona por contacto con las lágrimas. Llame o envíe un correo electrónico a su médico si nota alguno de estos síntomas:
- Lagrimeo excesivo
- Secreción amarilla o verde del ojo
- Enrojecimiento o hinchazón de la parte blanca del ojo
- Formación de costras en y/o alrededor de los ojos
Tratamientos de conjuntivitis para bebés
Con o sin tratamiento, todos los tipos de conjuntivitis deberían desaparecer en 14 días. Si los síntomas persisten más allá de eso, asegúrese de hacer un seguimiento con su médico.
Conjuntivitis bacteriana
Los antibióticos tópicos generalmente se prescriben para la conjuntivitis bacteriana, para ayudar a eliminar la secreción y reducir el nivel de contagio de los ojos.
Conjuntivitis viral
No existe tratamiento para la conjuntivitis viral; el cuerpo combate la infección por sí solo. Con frecuencia, la conjuntivitis por clamidia necesita tratamiento con antibióticos orales para prevenir una enfermedad pulmonar asociada grave.
Errores comunes cuando el bebé tiene conjuntivitis
Los padres y cuidadores bien intencionados pueden empeorar accidentalmente la conjuntivitis o hacer que se trasmita a otras personas. Para evitar la propagación de la infección:
- No ponga leche materna en el ojo del bebé. No es un sustituto de los antibióticos y contiene otras bacterias que pueden ser nocivas.
- Lávese bien las manos antes y después de manipular al bebé para protegerse a sí mismo y a los demás del contagio. Siempre lávese las manos antes y después de comer, cuando vaya al baño y después de estornudar o toser.
- No comparta toallas ni ropa de cama con su bebé, hasta que desaparezca la conjuntivitis.
- Desinfecte los objetos que el bebé suele tocar, como mesas, catres, cobijas y juguetes.
Cuándo buscar atención médica urgente
No dude en llevar a su bebé al pediatra o a urgencias inmediatamente si nota alguno de estos síntomas:
- Traumatismo o lesión en el ojo
- Problemas para mantener los ojos abiertos
- Sensibilidad severa a la luz
- Ampollas en la piel que está alrededor del ojo