No se ha Probado aún la Cirugía Láser para Cambiar el Color de los Ojos en cuanto a Riesgos de Seguridad
Los oftalmólogos se preocupan por los riesgos potenciales de glaucoma, uveítis y otras consecuencias no previstas
Según informes publicados recientemente en los medios, un procedimiento cosmético que cambia el color de los ojos de café a azul se está practicando en pruebas de pocos pacientes en México y Puerto Rico. La Academia Americana de Oftalmología, la mayor asociación de médicos y cirujanos oftalmológicos del mundo, advierte a los consumidores que el procedimiento aún no se ha sometido a pruebas clínicas en Estados Unidos para determinar cualesquiera riesgos potenciales de seguridad.
El procedimiento funciona utilizando láseres para eliminar pigmento en el iris, la porción del ojo que da el color. Los ojos azules no contienen pigmento. Los ojos más oscuros contienen melanina, un tipo de pigmento producido por células conocidas como melanocitos. Según material de Stroma Medical, la compañía que creó el procedimiento, se utiliza el láser para destruir estas células pigmentarias y los gránulos de pigmento salen del iris, dejando los ojos con una apariencia azul.
Algunos oftalmólogos han expresado su preocupación por la acumulación de moléculas de pigmento dentro del ojo que podría causar potencialmente glaucoma, una enfermedad caracterizada por alta presión dentro del ojo que puede llevar a pérdida parcial o total de la visión. Entre otros riesgos potenciales, está el riesgo de inflamación del ojo, o lo que se conoce como uveítis.
Según el Dr. Ivan Schwab, oftalmólogo, vocero clínico de la Academia Americana de Oftalmología y profesor de oftalmología de la Universidad de California en Davis, “Uno de los principales problemas es que no sabemos lo suficiente acerca del procedimiento para poder decir si va a producir o no problemas como glaucoma en el futuro”.
La Academia advierte que, en la actualidad, la forma más segura de cambiar temporalmente el color de los ojos es mediante el uso de lentes de contacto prescritos, dispensados y adaptados por un profesional de salud ocular calificado que también pueda determinar si la persona es o no apta para utilizar lentes de contacto.