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  • Prescripción para mantener a los niños sin gafas: sol

    Escrito por
    Revisado por Noha Ekdawi, MD
    Published Oct. 04, 2023

    Cada paciente que acude a la oftalmóloga pediátrica, Dra. Noha Ekdawi, recibe la misma prescripción: pase más tiempo al aire libre. La luz del sol es la mejor forma de prevenir la miopía en los niños.  

    Es una respuesta engañosamente simple a una creciente crisis de salud pública, pero funciona y no hay suficientes personas que lo sepan.

    La miopía infantil va en aumento 

    La miopía en los niños ha aumentado a un ritmo alarmante en los últimos 30 años. Se estima que alrededor del 40% de los niños entre 6 y 19 años de edad, son miopes; en Asia, la tasa es casi el doble. Si no se hace nada para ayudar a frenar el aumento, la mitad de la población mundial puede tener miopía para el año 2050. 

    La miopía ocurre cuando el ojo crece demasiado de adelante hacia atrás. Como resultado, las personas con miopía tienen una buena visión de cerca, pero una mala visión de lejos. Si bien las gafas o los lentes de contacto pueden corregir la visión de un niño, las investigaciones muestran que tener miopía severa pone a los niños en riesgo de sufrir problemas oculares potencialmente cegadores en el futuro, como desprendimiento de retina, glaucoma, cataratas tempranas y maculopatía miópica, una de las principales causas de ceguera en todo el mundo.

    Pasar tiempo al aire libre es bueno para la visión 

    Aunque la genética juega un papel importante en quién desarrolla la miopía, el drástico aumento sugiere que los factores ambientales pueden estar en juego. Muchos expertos señalan que la combinación de más tiempo frente a la pantalla y menos tiempo al aire libre, son factores que pueden poner a los niños en mayor riesgo de desarrollar miopía.

    ¿Por qué el tiempo al aire libre protegería los ojos contra la miopía y o el trabajo de cerca la empeoraría? No está claro. Una idea es que la luz solar aumenta los niveles de dopamina en el ojo, lo que controla la tasa de crecimiento del ojo. Otra teoría sugiere que las distancias de visualización más cortas pueden promover el crecimiento anormal del ojo. Piense en largos períodos de intenso trabajo que requiere visión de cerca, ya sea frente a la pantalla de la computadora o un libro, sin descansos.

    Cualquiera que sea la causa, la Dra. Ekdawi ya está notando el impacto en sus pacientes. “Veo a demasiados niños con desprendimiento de retina”, dijo. “Eso no debería estar pasando”.

    “El momento de intervenir es en la primera infancia, porque cuanto antes desarrolle un niño la miopía, es más probable que desarrolle una miopía severa más adelante en la vida. Por lo tanto, el objetivo es retrasar el inicio de la miopía, y disminuir la tasa de progresión para que el niño pueda evitar las peores complicaciones de la miopía, como los problemas de retina”.

    Soluciones para detener la miopía 

    Entre las opciones para detener la miopía están las gotas oftalmológicas de atropina y los lentes de contacto multifocales especiales.  

    Las gotas de atropina dilatan la pupila. Aún no es claro cómo funcionan, pero múltiples estudios en todo el mundo, han demostrado que las gotas oftalmológicas de atropina en dosis bajas, pueden retrasar el aumento de la miopía. Los estudios también demuestran que un nuevo lente de contacto especial puede detener la progresión de la miopía. Estos son lentes de contacto desechables diarios que deben ser ajustados por un optómetra u oftalmólogo especializado.

    La Dra. Ekdawi prescribe estos tratamientos según la edad del niño y la rapidez con la que progresa la miopía. Pero todos sus pacientes reciben la misma prescripción de luz solar. La Dra. Ekdawi recomienda al menos una o dos horas de tiempo al aire libre todos los días, y reducir el tiempo que se pasa frente a una pantalla a una o dos horas al día.

    La Dra. Ekdawi y su familia pasan tiempo al aire libre todos los días para proteger sus ojos.

    Como madre de dos hijas en edad escolar, Elizabeth y Magdalena, la Dra. Ekdawi sabe que es una meta desafiante. Pero también sabe qué se puede hacer – ¡Incluso en Illinois, en invierno!

    “No tienes que cambiar radicalmente tu vida”, dijo. “Hubo tal vez solo dos o tres semanas del año pasado, en las que no pudimos estar afuera. Acabo de comprar pantalones de nieve para poder estar afuera con ellos”.  

    Lectura al aire libre, zonas sin pantallas y otras estrategias 

    La Dra. Ekdawi también hace que sus hijas lean al aire libre para que obtengan tanto la dosis de dopamina de la exposición al sol, como más oportunidades para dejar de concentrarse en el trabajo que requiere visión de cerca. En lugar de recordarles que obedezcan la regla 20-20-20 (cada 20 minutos, mirar a 20 pies de distancia, durante 20 segundos), lo hacen por instinto, ya que naturalmente miran a los pájaros que pasan volando o las ardillas que corretean por el césped. Pruébelo, es una especie de genio.

    Dentro de la casa, ella y su esposo establecieron zonas libres de pantallas a las que obedecen niños y adultos por igual. Ha descubierto que modelar hábitos saludables es clave para que sus propias hijas participen. “Lo más importante que he aprendido: están observando. Así que también tuve que cambiar mi comportamiento”.

    Es un mensaje que muchos padres necesitan escuchar. Un estudio nacional reciente encontró que solo la mitad de los padres reconocen que el tiempo frente a una pantalla puede afectar la salud ocular de sus hijos.

    Existe una creciente preocupación de que la pandemia de COVID-19 pueda aumentar las tasas de miopía, con el uso por más tiempo de dispositivos electrónicos debido al aprendizaje remoto. Desde la pandemia, la Dra. Ekdawi dice que ha visto más casos de ojo seco, estrabismo y miopía.

    “Lo sé, a veces, no tenemos otra opción. Es muy fácil poner a tu hijo frente a una pantalla. No creo que la televisión sea el diablo, solo hay que ser más consciente”, sostuvo, señalando que dejó que su esposo pusiera una televisión en su centro de entretenimiento al aire libre.

    “No tienes que ser 100 por ciento perfecto”, dijo. "Solo sé bastante bueno".

    Elizabeth y Magdalena disfrutan de unas horas de sol, incluso en invierno.