La esclerótica es la parte blanca del ojo. Cuando la esclerótica está hinchada, enrojecida, sensible o dolorosa (es decir, está inflamada), se conoce como escleritis.
En muchos casos, las personas con escleritis tienen otra enfermedad, como artritis reumatoide u otra enfermedad autoinmune. Esta enfermedad subyacente causa muchos de los síntomas de la escleritis.
Hay dos tipos principales de escleritis:
- escleritis anterior (en la parte frontal del ojo)
- escleritis posterior (en la parte posterior del ojo)
La escleritis anterior es más común que la posterior. Hay tres tipos de escleritis anterior: el tipo más común puede inflamar toda la esclerótica y es el más fácil de tratar. En otro tipo de escleritis aparecen unos nódulos (bultos) dolorosos en la esclerótica, y en la más grave se pueden destruir los tejidos esclerales.
La escleritis posterior es el tipo menos común de los dos. Las personas que tienen este tipo de escleritis pueden tener dolor y sensibilidad. Puede causar problemas tales como desprendimiento de retina y glaucoma de ángulo cerrado.
Algunas personas tienen un solo tipo de escleritis, pero otras pueden tenerla en la parte frontal y posterior del ojo.
¿Qué causa la escleritis?
La escleritis a menudo está asociada a una enfermedad autoinmune. Algunas veces no se conoce la causa. La escleritis puede estar relacionada con:
- Hinchazón y rigidez de las articulaciones (artritis)
- Lupus u otra enfermedad del tejido conectivo
- Infección del ojo
- Enfermedad intestinal inflamatoria
- Síndrome de Sjogren (causa ojos muy secos y otros síntomas)
- Granulomatosis
- Escleroderma
La escleritis puede deberse a un traumatismo (lesión) en el ojo. En raros casos, puede deberse a un hongo o parásito.
¿Cuáles son los síntomas de la escleritis?
Los síntomas de la escleritis pueden incluir:
También puede causar dolor en la mandíbula, la cara o la cabeza. En algunos casos, puede causar pérdida de visión, parcial o total.